La adicción a sustancias permitidas o ilícitas, es uno de los problemas de orden social y de la salud que no ha podido ser controlado, pues la tolerancia que existe ante el consumo abusivo, ha hecho ver como normal, los excesos.
En el caso del alcohol, que es una droga legalmente permitida, puede resultar difícil diferenciar entre el consumo responsable o no patológico (social o recreacional), y lo que se denomina en medicina abuso, que es una condición clínica que amerita tratamiento.
Cuando se trata de las drogas ilícitas (cocaína, heroína), aunque buena parte de la sociedad rechaza su uso y existe una prohibición legal sobre éstas, el círculo donde se consumen tiende a verlo normal, provocando que los adictos tiendan a negar que tienen un problema, y por tanto no buscan ayuda.
Diagnóstico de la adicción
Partiendo de esta realidad, existen signos de advertencia que pueden ayudar a reconocer cuando existe un problema de abuso de sustancias legales o ilícitas que amerite apoyo especializado.
Algunas de las señales que sirven de respaldo para diagnosticar a un adicto son:
• Consumo en frecuencia y en cantidad superior a las aceptadas o a las que observa en su medio social.
• Mentir acerca de la cantidad de alcohol o drogas que ha consumido, o minimizar sus consecuencias.
• Que sienta indispensable para la vida social o de esparcimiento el uso de alcohol o drogas.
• Aislarse de grupos sociales de no consumidores, y reunirse solo con personas que tienden al abuso de alcohol o drogas.
• Abandonar actividades que antes realizaba con interés, como deportes y estudios para consumir alcohol o drogas.
• Asumir conductas agresivas o riesgosas bajo el efecto de esas sustancias.
• Conflictos familiares, sociales o laborales como consecuencia del consumo de alcohol o drogas.
• No controlar la cantidad que consume una vez que se comienza.
• Consumir cantidades crecientes para obtener el mismo efecto.
• Pérdida de memoria luego de periodos de consumo excesivo.
La ocurrencia de una o algunas de estas conductas es un indicador de que hay un problema de adicción que puede ser resuelto. Los avances en los métodos de tratamiento psicológico, educativo y farmacológico, así como el desarrollo de técnicas específicas, permiten tratar a la mayoría de estos pacientes en forma ambulatoria sin necesidad de internamiento.
El tratamiento integral de HUMANA combina la terapia individual y grupal con el paciente, asesoría, orientación y educación a la familia, psicofármacos cuando se requiere, y aplicación del Neurofeedback con resultados muy prometedores. Nuestro programa residencial es de solo diez semanas de duración.
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