La corteza cerebral es una capa de neuronas fina y rugosa que cubre los hemisferios cerebrales. Contiene las llamadas áreas funcionales del cerebro que nos permiten ejercer múltiples funciones como ver, oír, emocionarnos, pensar, movernos, etc. El cerebro es el sustrato biológico de la mente.
La estructura de esta corteza es compleja y distingue al humano de las demás especies. Si se le observa a simple vista tiene esa forma de múltiples promontorios. Ha sido dividida en muchas áreas como un tablero de ajedrez, cada una con funciones específicas.
Para hacerlo más sencillo de comprender, el cerebro ha sido dividido en grandes zonas denominadas Lóbulos Cerebrales. Estos son: Lóbulo Frontal, Lóbulo Temporal, Lóbulo Parietal y Lóbulo Occipital. Cada lóbulo cerebral ejerce funciones relacionadas.
El Lóbulo Frontal: parte anterior del cerebro tiene en su parte más anterior la corteza pre-frontal (es lo que está detrás de lo que llamamos coloquialmente “frente”) que realiza las denominadas funciones ejecutivas o cognitivas superiores como apreciar las consecuencias de nuestras acciones, elaborar pensamientos, planificación de acciones y aquellas funciones cerebrales superiores que nos permiten controlar nuestra conducta. Es la parte del cerebro más evolucionada.
Un poco más atrás -en el mismo lóbulo frontal- tenemos la llamada área pre-motora que planifica nuestros movimientos y justo detrás está la llamada área motora primaria que inicia los movimientos motores, y muy juntos a ella un área denominada área de Broca que articula el lenguaje (movimientos motores para hablar). Así que pensamos, planificamos, actuamos en forma de conductas motoras y hablamos gracias al lóbulo frontal.
El Lóbulo Parietal: ubicado detrás del frontal, contiene la llamada corteza somato-sensorial primaria que nos permite sentir cuando nos tocan, percibir dolor, temperatura, etc., es decir, recibe la información de nuestros sentidos. En su parte posterior hay áreas dedicadas a interpretar lo sentido y a interpretar lo visto. En el lóbulo parietal del hemisferio izquierdo tenemos áreas dedicadas a la comprensión de la lectura y escritura. Es decir el lóbulo parietal interpreta sensaciones y comprende lectura y escritura.
El Lóbulo Occipital: es el más posterior, está dedicado enteramente a la visión. Lo que vemos se percibe no en los ojos, sino gracias a la actividad de este lóbulo.
El Lóbulo Temporal: contiene la corteza auditiva primaria que capta los sonidos. En el lóbulo temporal izquierdo está localizada el área de Wernicke que se dedica a la comprensión del lenguaje. Hay un área temporal dedicada a la habilidad de reconocer caras. Es decir que los que escuchamos y comprendemos del lenguaje y el reconocimiento de personas se procesa allí.
La llamada Corteza Entorrinal del lóbulo temporal y el hipocampo son dos áreas dedicadas a la memoria y al aprendizaje que son las primeras que se degeneran en el Alzheimer donde lo fundamental es la incapacidad de aprender y la pérdida de memoria.
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