Es posible diagnosticar la depresión a través de un simple análisis de sangre, de acuerdo con Eva Redei, de la Universidad de Medicina de Northwestern (EE.UU.).
La experta, asegura haber desarrollado el primer análisis de sangre para diagnosticar la depresión mayor en adolescentes, un revolucionario método que permite un diagnóstico objetivo mediante la medición de un conjunto específico de los marcadores genéticos que se encuentran en la sangre de un paciente.
Actualmente, los métodos para el diagnóstico de la depresión son algo subjetivos, ya que se basan en la capacidad del paciente de explicar sus síntomas y la habilidad y formación del profesional médico para interpretarlos.
Este sistema fracasa especialmente entre los adolescentes, una edad en la que se es muy vulnerable a la depresión y es especialmente complicado diagnosticar con precisión debido a los cambios de ánimo normales durante este período.
Este estudio que se publica en Translational Psychiatry, es el primero en identificar los subtipos de depresión. Así, distingue entre los adolescentes con depresión mayor y las personas con depresión mayor combinada con trastorno de ansiedad.
EL ESTUDIO
El ensayo incluyó a 14 adolescentes con depresión mayor que no habían sido tratados clínicamente y 14 adolescentes no depresivos, todos entre 15 y 19 años de edad. Los sujetos depresivos y el control fueron emparejados por sexo y raza.
El equipo de Redei trabajó con 26 marcadores genéticos en sangre identificados previamente. Vieron que 11 de los marcadores discriminaban entre los adolescentes deprimidos y los no deprimidos.
Además, 18 de los 26 marcadores distinguían entre los pacientes que solo tenían depresión mayor y los que tenían depresión mayor combinada con trastorno de ansiedad.
«Estos 11 genes son probablemente la punta del iceberg, porque la depresión es una enfermedad compleja -señala Redei-. Pero es la entrada de un fenómeno mucho más grande que tiene que ser explorado. Los datos muestran que es posible diagnosticar a partir de un análisis de sangre».
Un dato significativo del trabajo es que ninguno de los adolescentes diagnosticados con depresión optó por el tratamiento. «Todo el mundo, incluyendo a los padres, está preocupado por el tratamiento, y sigue habiendo un estigma social en torno a la depresión, que en el mundo de los adolescentes es aún más devastador».
BITÁCORA MÉDICA