El cerebro humano es una masa gelatinosa que pesa cerca de kilo y medio, y a pesar de representar de representar una pequeña parte del peso total comanda a todo el organismo. Está constituido por una enorme red de “computadoras biológicas”-neuronas– que regulan y controlan toda nuestra actividad como seres vivientes.
Cada neurona funciona como una computadora muy sofisticada. Es la célula más especializada del organismo y distingue al ser humano de las otras especies. Es capaz de modificar su forma –neuroplasticidad- para conectarse o desconectarse de otras neuronas.
Existen aproximadamente 10 billones de neuronas en el cerebro distribuidas en redes funcionales o módulos. Existen varios tipos, y cada uno desempeña una función diferente cuando se conecta con otras.
Las neuronas piramidales occipitales -por ejemplo- localizadas en la parte posterior del cerebro se encargan de procesar estímulos visuales. Aún cuando los estímulos visuales se captan con los ojos; quien les confiere forma a lo que uno ve son las neuronas de las zonas occipitales conectadas con neuronas parietales.
Así mismo existen neuronas que controlan el lenguaje, la audición, las emociones, la capacidad de atender, de pensar, de mover los músculos, de controlar las glándulas y los órganos.
La función fundamental de la neurona es la de captar, procesar y transferir información. En el cuerpo de la neurona se integra toda la información recibida de otras células. Cada célula neuronal se calcula que está conectada con 10.000 neuronas más.
La información procesada en una neurona se convierte en señales eléctricas que es el código de comunicación entre ellas, al liberase unas sustancias llamadas neurotransmisores (comunicación electro química).
El hecho de que la neurona se comunique con señales eléctricas y químicas es muy importante, pues todas las funciones corporales y las reacciones emocionales normales como: la ansiedad, la rabia, el pensar; todas las funciones de los órganos de los sentidos como: el gusto el olfato, la vista, el tacto; los estados orgánicos como: el dormir o el estar despierto y las alteraciones mentales, psiquiátricas o emocionales están mediadas por reacciones electro-químicas de las neuronas.
Cuando una persona le ofrece una palabra de aliento a un ser querido, eso produce un cambio electro-químico que se siente como alivio o placer. Lo mismo ocurre cuando una persona está deprimida, o angustiada.
Este conocimiento es vital para comprender porque un medicamento antidepresivo ejerce su acción al modificar la comunicación química entre las neuronas, o porque el Neurofeedback produce mejoría de ciertos cuadros psiquiátricos al modificar la comunicación eléctrica , o porque la psicoterapia puede beneficiar a un paciente con un padecimiento mental al inducir un cambio electro-químico en sus neuronas por la experiencia de ser escuchado o atendido emocionalmente.
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